Parte de las maravillas de ser costarricense, es la múltiple cantidad de actividades que podemos realizar al aire libre. En canopy ya me gradué y ahora voy tras el rafting.
Los chicos de Wave Expeditions me invitaron a vivir esa emoción con ellos y ni lo pensé, ¡Cuando me di cuenta ya estaba camino a La Fortuna de San Carlos!
En el camino me dio chance para pensar que en mi vida había agarrado un remo y que todas las fotos que había visto de esto se veían bastante extremas. En la microbus los guías nos iban explicando los comandos que debíamos seguir para lograr sacar la balsa adelante.
¡OH POR DIOS! ¿SERÁ QUE LO LOGRO?
Casco, chalecos salvavidas, remo y ¡PARA EL AGUA!
4 balsas de 6 personas cada una, salimos a enfrentar el Río Balsa, que se encuentra entre San Ramón y San Carlos.
¡Derecha! ¡Izquierda! ¡Adelante! ¡Atrás! ¡ADENTRO! ¡PAREN! ¡1, 2! ¡1,2!
No se vale ser chapa, despistado ni debilucho. ¡HAY QUE PONERLE!
Yo que soy todas las anteriores, estaba seriamente preocupada, no quería caerme al agua, ni resultar ser la tontilla de la balsa que les arrruinó todo a los demás. Así que concentración total, pero ante todo ¡GANAS DE VIVIR PARA CONTARLO!
En rafting existen categorías, niveles de intensidad que van del 1 al 5, siendo el 1 el más suave y el 5 ¡EL DE TERROR!
El que yo hice ese día era un 2-3, cuando escuché 2 respiré aliviada. Igual el 3 me tenía pensando.
Cuando se pasa por el nivel 2, es como un safari, aprovecha uno para maravillarse de la belleza del paisaje.
Pájaros, monos, vacas, ovejas ¡SÍ, OVEJAS! se ven en las márgenes del río a lo largo del recorrido.
El 3 fue una revolcada jajajaja ¡pero buenísima! uno lo ve venir y se aferra más a la balsa y a las indicaciones. Nunca, en ningún momento me sentí en peligro, la confianza de los guías lo hacen a uno estar tranquilo. Alerta, pero tranquilo.
Tras una hora de remar ¡y de mucha diversión! se hace una parada para descansar, comer una deliciosa merienda de frutas y compartir un poco con el resto del grupo.
Después volver a la balsa, ya sintiéndose uno un poco más seguro, un poquito más experimentado en materia de rafting.
Los rápidos son demasiado divertidos, el nivel de adrenalina es alto y el trabajo en equipo muy importante, pero uno sabe que en realidad ahí lo que marca una gran diferencia es la experiencia de los guías. Ellos saben muy bien como hacer para mantener las cosas bajo control.
Volvemos a remar por una hora y llegamos al final del recorrido. ¡LÁSTIMA!
Uno se moja, ¡hasta el apellido! Pero ahí al final, nos espera una toalla seca y una deliciosa cerveza bien fría.
Una vez cambiados y felices por lo vivido, nos llevan a almorzar a un lugar súper lindo y rico.
El sitio elegido para almorzar se llama “Tierra Campesina” y queda muy cerca de La Fortuna de San Carlos.
No les puedo explicar lo delicioso que es, creo que de la comida criolla más rica que he probado. Además el sitio es precioso, rodeado de jardines y pajaritos.
Una experiencia maravillosa, ¡que ya me picó! y ahora en enero quiero volver con mis amigos de Wave Expeditions a hacer el nivel 3-4 ¡YUUUJUUUUUUU!
Mis recomendaciones por si querés ir son:
- Andá en traje de baño, pero sí con tenis.
- No vayás y volvás en un mismo día, es muy cansado. Mejor quedate disfrutando de las bellezas de La Fortuna por lo menos una noche.
- Buscá profesionales como los de Wave Expeditions, para asegurarte un tour seguro y súper detallista.
- Del selfie ¡olvidate! jamás metás un celular con vos en la balsa, ellos tienen fotógrafos profesionales que te toman unas fotos divinas.
- Ni se te ocurra ir con niños o personas mayores (igual no se puede con menores de 8 años) Acá uno mejor vela por su trasero y nada más.
Si nunca lo has hecho, no tengás miedo, solo buscá a los mejores y poné atención, que no todos los días se grita y se vive tan intensamente.
Si vos querés vivir esta misma experiencia, compartí esta nota, dale like al Facebook de Wave Expeditions y contame por qué te gustaría vivirlo, así participás por un cupo doble de rafting nivel 2-3 ¡SUERTE!
Fuente: HolaesLola